Breve declaración de intenciones

Estimados lectores:

Escribo este blog de libros por puro divertimento. Digamos que, al menos, por dos divertimentos que desembocan aquí: el de leer, por un lado, y el de comunicar mis reflexiones y sensaciones sobre lo leído a un público anónimo, por otro. En todo caso, se tratará de mis gustos. Razonados, sí, pero gustos, al fin y al cabo.

Es un blog de libros, así que a mí me vale cualquier cosa editada con ese formato: novela, poesía, historia, sociología, filosofía y, más o menos, lo que me dé la gana leer. En principio, está pensado para la Literatura (¡con mayúscula, eh!) en general, pero uno es de natural caprichoso, así que nada de lo humano me es ajeno. Pensándolo bien, tampoco es imposible que venza mi natural pereza y pague una entrada para asistir a un espectáculo cultural. Ese adjetivo es lo suficientemente vago para cubrir cualquier obra, representación, musical, conferencia o feria a las que mis frecuentes errores de cálculo me conduzcan. Ya veremos.

Debo señalar, y me parece importante, que los libros de los que escribiré serán siempre a mi cargo: los compraré, no me los regalará el autor, ni me los enviará una editorial, ni me los descargaré gratis de Internet ni caerán del cielo. Exceptuaré los libros regalados de amigos bienintencionados hechos antes de inaugurar el blog. Esto viene a cuento porque, anticipándome a las críticas de mis críticas, como lector que se ha gastado su dinero en comprar un libro, me sentiré con el derecho a escribir lo que me venga en gana sobre él. Así, si al autor/a le desagrada profundamente mi crítica (en caso de que llegue a conocerla alguna vez), tendrá, en cambio, la certidumbre de que, al menos, en algo habrá aumentado su cuenta corriente. En todo caso, no serán siempre novedades editoriales, pero quizás sí novedades para mí, aunque se publicaran hace medio siglo.

Fuente: Wikipedia

Asimismo, aunque aparecerá de todo en este blog: literatura costumbrista, posmoderna, negra, amarilla, histórica, ciencia ficción, fantasía, etc., etc., intentaré prestar especial atención a las obras de escritores nacidos o que residan en Canarias, los representantes de lo nuestro. Por dos motivos: a) Son menos conocidos, por lo menos para la mayoría del público potencialmente lector; y b) Tengo la impresión que no existe la crítica, sólo la reseña elogiosa, en los medios de comunicación locales. Tanto por una razón como la otra, considero que, en principio, vale la pena leer lo que nuestros escritores han creado. Al fin y al cabo, lo que públicamente se expone, públicamente puede ser criticado.

Por último: declaro que no tengo ambiciones literarias. No tengo una novela ni un poemario haciendo cola en una editorial ni esperando una subvención del Ayuntamiento o del Cabildo. Mis pajas mentales están a buen recaudo. No quiero hacer contactos, no conozco ni quiero conocer personalmente a ninguna escritora/or ni artista en general, ni siento ningún deseo especial en formar parte de tertulias literarias, clubs de lectura ni nada parecido: se me da muy bien la misantropía. Todo lo anterior puede parecer presuntuoso. Quizá lo sea, pero no tengo otra forma de ser sincero.

Ah, el título: los libros malos serán pasto de las polillas en donde quiera que los olvide.