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domingo, 6 de diciembre de 2020

Un montón heteróclito

 Contraviniendo mis propias predicciones y de manera extemporánea y, ya que estamos, estentórea, dedico este post no a la reseña anunciada, sino a un conjunto de obras que he venido a acabar este diciembre. Podría titularse también el post como "Entrelazamientos", en plan Luis Junco, con su idea de que la física cuántica sirve de explicación al anudamiento de trayectorias vitales en apariencia divergentes. 

En mi caso concreto, la explicación suele ser más simple: la atención a las notas de pie de página y a la bibliografía. Una obra te lleva a otra y así sucesivamente. Nada mágico hay en ello (ni tampoco nada cuántico, en apariencia), solo una lectura atenta, anotada y, sobre todas las cosas, agradecida. Claro está que la elección de mis lecturas está sesgada: política, democracia, arte, periodismo. Ya me gustaría saber de botánica, agricultura, matemáticas y otras ramas del saber, pero la mayoría de ellas las dejo para una futura reencarnación en que mi próximo yo consciente tenga a bien elegirlas.

1) The death of the artist, de William Deresiewicz. Convenientemente glosada por Esteban Hernández en este artículo, poco debería añadir. Quizá subrayar que el retrato de los/as artistas (centrado en los Estados Unidos, salvo alguna pequeña mención a la situación europea) es descorazonadora y sombría, absolutamente a merced de un mercado dominado por los gigantes tecnológicos que ejercen a la vez de cuasimonopolistas y de monopsonistas. El artista como empresario/a de sí mismo/a, avanzadilla de la degradación de las condiciones laborales de los/as trabajadores/as. Malos tiempos para la lírica y para casi todo, menos para los/as creadores/as de contenidos para series de tv.


2) Los nuevos perros guardianes, de Serge Halimi (Traductora: Graciela Vigo). A raíz de la lectura del Curso de Sociología General I, de Pierre Bourdieu, anoté un folio entero de posibles lecturas, entre las cuales se encuentra esta: una crítica acerba de las relaciones entre el poder político y los medios de comunicación en la Francia de Mitterrand. Una relación casi incestuosa, además de corrupta y escandalosa. Afortunadamente, Francia y España no se parecen en casi nada: aquí los medios son libres, objetivos e independientes, que no aceptan presiones del poder político ni de las grandes empresas, ni tampoco presionan ni chantajean a los poderes públicos para conseguir ventajas empresariales ni políticas para sus dueños. Como aquí, no se vive en ningún sitio.


3) La democracia ateniense, de Francisco Rodríguez Adrados. Una obra capital en los estudios sobre el mundo clásico en lengua española y una referencia básica para iniciarse sobre la cultura y la democracia atenienses. Esta obra, culta, profunda y amena, que dedica especial atención a la tragedia griega, está citada varias veces en el soberbio libro de José Luis Moreno Pestaña, Retorno a Atenas. De ahí, mi interés, que se vio refrendado tras su lectura. No obstante, La democracia ateniense, publicada  en 1966 y reeditada en 1975, requiere contextualización, pues es deudora de un marco de pensamiento que está obsoleto en algunas de sus afirmaciones. Para ello, recomiendo leer el clarificador artículo de José Luis Bellón Aguilera Pericles, caudillo de Atenas. Escolástica y creatividad en La democracia ateniense (1966-1975), de Francisco Rodríguez Adrados.



4) Política y República, de Jorge Álvarez Yágüez. Esta obra se centra en la obra política de Aristóteles y Maquiavelo, amén de una rápida visualización de autores renacentistas como Marsilio de Padua. Sobre todo, desmenuza y extrae de la obra aristotélica las claves de un pensamiento político republicano que luego sería retomado, y llevado a su extremo en algunos puntos, por Maquiavelo. Gracias a Dios, actualmente y dada la estabilidad de nuestro sistema político y la satisfacción generalizada de la ciudadanía, podemos contemplar estas reflexiones con cierto distanciamiento. Un libro lúcido a la hora de interpretar el pensamiento de estos dos autores, abundante en citas y referencias que no puede sino provocar el entusiasmo del interesado/a en estos asuntos, a pesar de su escasa actualidad.


5) El coraje de la verdad. El gobierno de sí y de los otros, II, de Michel Foucault (traducción de Horacio Pons). Las últimas clases del pensador francés (curso del Collège de France, 1983-1984) son otro despliegue de erudición y análisis que no puede sino mover al entusiasmo. Tomando como base el recorrido conceptual e histórico de la parresía (cuya primera parte se encuentra en las lecciones del año anterior, recogidas en el volumen El gobierno de sí y de los otros, en la misma editorial, Akal), Foucault procede a analizar el movimiento cínico en la Antigüedad hasta conectarlo con el primer ascetismo cristiano. Para un neófito en estas cuestiones, este curso resulta alumbrador, como poco. Por supuesto, proporciona un montón de referencias para quien quiera profundizar, más aún.



Y les seguiré contando en próximos artículos.

viernes, 14 de agosto de 2020

Lecturas imprescindibles porque la cultura nos eleva y bla, bla.

 Mientras sigo leyendo al polaco (en pequeñas dosis) me he preguntado si no sería mejor escribir un post, antes de la futura reseña, que calmara las ansias de mis lectores por descubrir algo nuevo de mi alforja mágica de ocurrencias, un artículo que, metafóricamente hablando, saciara su hambre de alimento espiritual. Algo, en definitiva, que hiciera este mes de agosto menos un páramo solo ocupado por el virus maléfico y más un vergel cultural que nos hiciera mejores y más fuertes. Y muy cohesionaditos, como les gustaría a nuestra clase política. A este respecto, es ejemplarizante la reciente entrevista a Marco González, alcalde de Puerto de la Cruz (Tenerife).

En estas, pues, estoy, por lo que a continuación les presento una lista de mis lecturas actuales, completadas o no. Son, como dirían nuestris queridis amiguis de los medios de comunicación, "imprescindibles", "fundamentales", "necesarios", "de obligada lectura", etc. Bueno, en serio, muchos son títulos clásicos de su ámbito de conocimiento (y del conocimiento en general). Otros, si no lo son, valen la pena igual, tal y como puedo calificarlos a la luz de mi magra inteligencia, ya natural, ya cristalizada por años de lectura. Esta es, vale la pena señalarlo, una lista heterogénea, heteróclita, transversal e interdisciplinar, tal vez poliédrica, sin ánimo exhaustivo y es probable que caprichosa, producto tanto de la memoria como del estado de ánimo de estos días (muy bueno, en general). No espero que me la agradezcan de antemano; tan solo si algún libro les complace.


-Conversaciones sobre la escritura. Ursula K. Le guin. Con David Naimon (Alpha Decay, con traducción de Núria Molines). Libro de fino grosor, uno se pregunta antes de comenzar a leer si valen la pena los 15 euros por las menos de cien páginas de texto, que es la transcripción de tres entrevistas hechas a la escritora (fallecida hace poco más de dos años-2018). No sé cómo se mide esa relación euros/contenido, pero lo que sí sé es que está muy bien la segunda parte de este binomio. Consideraciones sobre literatura en general y la ciencia ficción en concreto, sobre el feminismo, la poesía y el ensayo y otros asuntos se articulan respecto de preguntas, en general, inteligentes. Es posible, incluso, que los aspirantes a escribir aprendan algo con las reflexiones de la Sra. K. Le Guin porque cada cosa que dice es importante. Por ejemplo, sobre el uso del punto de vista en la narración. Por cierto, a estas alturas me vengo a enterar de que tanto su madre como su padre eran antropólogos reconocidos. 


-El mundo de Atenas, de Luciano Canfora (Anagrama, traducción de Edgardo Dobry). Libro sobre la Atenas clásica con algunas tesis de intención polémica, al que cita J.L. Moreno Pestaña en su libro Retorno a Atenas, en especial por el papel desempeñado por Tucídides en las conjuras oligárquicas en Atenas. Ameno, interesante, minucioso y cargado de bibliografía, esta monografía  reconstruye la democracia ateniense, la guerra del Peloponeso, prestando especial atención al suceso de Milo, y la insatisfacción de parte de la oligarquía por el, a su parecer, injusto papel político al que ha sido relegada. Un papel que podría estar encarnado por Calicles, en el diálogo Gorgias de Platón: Los más poderosos, los más fuertes son los que deben gobernar. Tras un último intento oligarca, el golpe de 404 (régimen de los Treinta Tiranos), Atenas no dejará de ser gobernada democráticamente hasta su derrota a manos de Macedonia.


-Antes o después que el anterior, propongo que lean  El gobierno de sí y de los otros, de Michel Foucault (Akal, traducción de Horacio Pons) que se centra sobre todo en el hablar franco y veraz, la parresía, en democracia (que es la parte que más nos puede interesar) y en monarquías o imperios. Foucault estudia las tragedias Edipo Rey (Sófocles), Ion, Orestes (Eurípides), junto con otros textos de Platón como el Gorgias. Si leen estas tragedias al mismo tiempo, ganarán en claridad. Aunque, como dice JL Moreno Pestaña, la visión que da Foucault de la democracia está muy vinculada a la de Hannah Arendt, sobre todo en su concepción de un régimen de competencia aristocrática por el poder, sin tener en cuenta los mecanismos institucionales que prevenían con bastante eficacia el excesivo poder personal, no deja de ser un estudio brillante y sugerente sobre el poder de la palabra en el espacio público. Como también señala Moreno Pestaña, mejor leerlo teniendo al lado la obra de Castoriadis y de Rancière.


-Como complemento a la obra de Foucault (que son sus lecciones en el Collège de France), en especial respecto de Edipo Rey, les recomendaría (muy vivamente) lo que he hecho yo: hacerme con el libro Oedipus At Thebes, de Bernard M.W. Knox para comprender gracias a un reputado especialista las múltiples posibilidades de interpretación de esta obra, y no quedarnos con la más o menos canónica de la "tragedia del destino", o la imposibilidad de escapar a este, que es como se suele entender normalmente. Si no la habían leído antes, es una buena oportunidad para hacerlo. Si ya la habían leído o visto representada, la monografía de Bernard Knox les dará que pensar, y mucho, porque las propuestas de interpretación de este autor amplían nuestra capacidad de entender la obra desde múltiples perspectivas, que se exponen con tal naturalidad que uno no entiende cómo no cayó en la cuenta antes. Y es que la democracia ateniense no se entiende sin las tragedias.

Ya que estamos metidos de lleno con los griegos, hay dos libros que les irían bien para desterrar la idea de que los atenienses podían permitirse la democracia porque tenían un montón de esclavos de los que se servían para no tener que trabajar y así cotillear en el ágora y votar en el Pnyx: Peasant-Citizen & Slave. The Foundation of Athenian Democracy, de Ellen Meiksins Wood y El nacimiento de la política, de Moses I. Finley (Crítica, traducción de Teresa Sempere), entre otros. 

                                                                                

                                                            

Dejando de lado a los atenienses, tengo sin terminar (pero muy avanzados) tres libros sobre distintos asuntos como son la legitimidad en democracia (Legitimidad. Los cimientos del Estado social, democrático y de derecho, en Akal), qué entendemos por caridad y si es algo que admirar (Contra la caridad. En defensa de la renta básica, en Icaria (traducción de Daniel Escribano)), y una colección de artículos antropológicos sobre la sociedad, el poder y el Estado (La sociedad contra el Estado (Virus Editorial, traducción de Paco Madrid)). Este, escrito por Pierre Clastres, ya es un libro canónico, por cierto. Quizá comenzaría primero por él. Después, probablemente, con el de Luis Alegre y Clara Serrano. Y terminaría con el de Daniel Raventós y Julie Wark. Por cierto, pueden acompañar este último con el de Linsey McGoey: There is no such thing as a free gift. ¡Tiembla, Amancio!

 

                 


  

                             


¡Y eso es todo, amiguis!